Los efectos psicológicos de la microgestión y su impacto en la empresa

Como gestor de una personal híbrido, ¿cómo afronta el hecho de no ver a sus empleados ni supervisar sus tareas en persona? ¿Confía en sus capacidades o supervisa cada proceso al detalle? ¿Cómo cree que el efecto psicológico de la microgestión puede afectar al éxito de su equipo? Dirigir un equipo virtualmente es un concepto nuevo que requiere algunos ajustes para garantizar el éxito. Permitir más flexibilidad en el trabajo fomenta la moral y la satisfacción delos empleados, lo cual es clave para cumplir los criterios de un lugar de trabajo moderno y crear un equipo próspero. Por desgracia, aunque se supone que el trabajo híbrido proporciona más autonomía a los compañeros, las prácticas de microgestión tienden a aumentar. Para ayudarle a comprender los riesgos de este estilo de liderazgo perjudicial, vamos a explorar los efectos negativos de la microgestión y a aprender más sobre ella.

¿Cuáles son los efectos psicológicos de la microgestión?

Pérdida de creatividad

A menudo, los microgestores necesitan el control porque son perfeccionistas, muy organizados y orientados al éxito. Por desgracia, estas cualidades pueden convertirse en debilidades si no están bien equilibradas. Desde el punto de vista de un empleado, estar constantemente restringido destruye la innovación y el ingenio. Cuando se controla cada una de sus acciones, ya no hay espacio para la autonomía y la creatividad. Poco a poco, dejan de tomar la iniciativa, renuncian a sugerir ideas nuevas y se limitan a hacer las tareas que se les piden. 

Falta de confianza

Además de perder su creatividad, los empleados pueden perder la confianza en sí mismos y en sus capacidades. Imagínate que tus supervisores quieren saber cada tarea que realizas y cómo la llevas a cabo, ¿te sentirías en confianza? Los micromanagers muestran un control excesivo sobre cada paso de un proceso. Esto suele provocar que las personas sientan que no son dignas de confianza y, a su vez, cuestionen sus propias habilidades. Aunque hayan sido contratados por su experiencia, este tipo de liderazgo les hace dudar de ella. Si se consideran fiables, competentes y cualificados para su trabajo, entonces se preguntan por qué cada detalle de su trabajo necesita regularmente ser aprobado.

Frustración y decepción

Es posible que los microdirectivos no se den cuenta de las consecuencias de su comportamiento y piensen que es la mejor manera de ayudar a sus compañeros. Por desgracia, este tipo de gestión crea el efecto contrario. Los empleados quieren que se confíe en su experiencia, desarrollar sus habilidades y ser reconocidos por sus puntos fuertes. Pero en un entorno microgestionado, estas expectativas no se cumplen. En lugar de ver que los miembros del equipo prosperan, se sienten frustrados y decepcionados. Desean más autonomía, poder tomar la iniciativa y cometer errores para aprender y crecer.

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Fracaso en el crecimiento personal y profesional 

Desde la perspectiva de un micromanager, los resultados de su trabajo sólo pueden ser positivos, y los resultados negativos (fracaso, bajo rendimiento, quejas de los clientes) no son una opción. Por lo tanto, interfieren en todos los procesos y vigilan de cerca cada acción de los miembros de su equipo para asegurarse de que se consiguen resultados perfectos. Aunque el fracaso no es algo que los directivos deban esperar, hace crecer a las personas y a las empresas. Al no dejar que sus trabajadores experimenten el fracaso y no responsabilizarse de él, les impiden crecer personal y profesionalmente. 

Sensación de ser utilizado y no valorado

Lamentablemente, al centrarse tanto en los resultados, los microgestores pueden ser menos considerados con su equipo. Al interesarse por las pequeñas tareas, pueden pensar que están mostrando disponibilidad y apoyo a sus compañeros. Pero los empleados que experimentan un enfoque tan intrusivo no se sienten apoyados. Más bien al contrario. No se sienten valorados y como si su supervisor no creyera que son dignos de confianza o lo bastante competentes para tener más autonomía. Los empleados microgestionados pueden sentir que sólo se les ve como un medio para alcanzar objetivos, sin que se les reconozcan sus habilidades.

Pérdida de conexión con la oficina

Por último, pero no por ello menos importante, a menudo hablamos de la importancia de la conexión con el lugar de trabajo. Sentirse conectado con el lugar de trabajo significa crear un fuerte vínculo con el puesto, la empresa y los compañeros. Pero los empleados pierden este sentimiento cuando se sienten frustrados por la estructura y los procesos organizativos, o decepcionados con los líderes. Esto es especialmente cierto si empiezan a perder la confianza en sí mismos y se sienten estancados en sus carreras sin la oportunidad de desarrollar sus habilidades. Como vamos a ver, esto afecta negativamente a la plantilla y a la empresa en su conjunto.

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¿Cómo afectan a una organización los efectos negativos de la microgestión?

Falta de visión de conjunto

Un estudio titulado Micromanagement: an Employer Perspective (Micromanagement: una perspectiva empresarial) muestra que los microgestores tienden a perder la visión de conjunto. Por tanto, una visión micro puede tener graves consecuencias en el rendimiento del equipo y de la empresa. Aunque abordar los retos a nivel micro durante un periodo de crisis puede ser realmente útil y eficaz, a largo plazo es una forma arriesgada de dirigir un equipo. Una habilidad fundamental para cualquier directivo es saber analizar una situación y encontrar soluciones para alcanzar los objetivos en lugar de centrarse en las pequeñas tareas diarias. Al microgestionar, los líderes pueden fracasar en el cumplimiento de esta parte crucial de su función. 

Disminución del compromiso y la productividad

Tanto los líderes como los empleados en un entorno microgestionado están menos comprometidos y son menos productivos por muchas razones. Una de ellas es la pérdida de objetivos. Al estar limitados, los trabajadores luchan por encontrar un propósito en su trabajo. En cuanto a los líderes, controlar y centrarse en cada detalle les impide tener tiempo para trabajar en tareas significativas. Al final, todos empiezan a estar menos comprometidos y motivados, lo que afecta al nivel general de productividad.

Creación de un entorno de trabajo tóxico

Los efectos psicológicos de la microgestión contribuyen a crear un entorno de trabajo tóxico. Como puede imaginarse, la microgestión causa mucho estrés a todos los implicados. Entre los signos más comunes de un lugar de trabajo tóxico se incluyen la falta de iniciativa, el miedo a pasar a la acción, un bajo nivel de confianza y de reconocimiento. ¿Te suenan estos aspectos? La microgestión no sólo tiene efectos perjudiciales similares a los de un entorno de trabajo tóxico, sino que también es una de sus principales causas.

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Aumento del agotamiento de directivos y empleados

Las prácticas de microgestión generan mucho estrés tanto para los directivos como para los trabajadores. Por ello, formar a los directivos y fomentar enfoques de gestión positivos es crucial para mejorar la salud mental de todos. Experimentar estrés crónico puede tener consecuencias perjudiciales para todo el equipo, ya que afecta a la satisfacción, el bienestar, el rendimiento y la productividad de los empleados. Al ejercer demasiada presión sobre sí mismos y sobre su equipo, los microgestores corren un mayor riesgo de sufrir depresión laboral. Si no se minimiza, este estrés puede provocar el agotamiento tanto del directivo como del empleado. 

Aumento de la rotación de personal

Management Consulted informó de que el 70% de los trabajadores piensa en dimitir debido a la microgestión y el 30% lo hace realmente. Los efectos negativos de la microgestión perjudican a la empresa a largo plazo. Afecta a la salud mental, la satisfacción en el trabajo, la felicidad y productividad de los empleados y la conexión en el lugar de trabajo. Todos estos aspectos son cruciales para que los trabajadores permanezcan a su lado y evitar problemas de retención. Utilizar enfoques de microgestión sólo durante un breve periodo de tiempo y en una situación específica es clave para evitar un aumento de la rotación de empleados. 

Aunque la microgestión tiene efectos negativos en la moral de los empleados a largo plazo, a veces es beneficiosa a corto plazo, como la formación de un equipo inexperto, la dirección de un nuevo miembro del equipo o la gestión de un proyecto difícil. Sin embargo, este tipo de liderazgo puede afectar profundamente al nivel de productividad, satisfacción y lealtad de su plantilla. Si hay un aspecto que le recomendamos que recuerde para que su equipo prospere, es que se oriente más a las personas que a los resultados. Confíe en ellos, deje que fluya su creatividad, escuche sus necesidades, apóyeles y el resto vendrá solo.

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